A orillas del Río Paraná, en el Polo Tecnológico de Rosario, los argentinos de Interactive Dynamics desarrollan soluciones en base a interfaces hombre-máquina. Pantallas interactivas o aplicaciones de realidad virtual y aumentada los posicionaban como una firma vanguardista, pero a finales de 2011 ya parecían saltar a la ciencia ficción. Juan Pablo Manson, socio fundador de la compañía, dejaba el público del TedxRosario 2011 boquiabierto. Y es que, cual jedi, dirigía un pequeño robot con la fuerza de ondas cerebrales.

No era de ningún recurso paranormal, sino pura neurotecnología. “Trabajamos con cascos BCI (Brain Computer Interface) que registran las señales bioeléctricas provenientes de la actividad cerebral y con un software de análisis pueden convertirlas en un comando de computador” explican en Interactive Dynamics, mientras apuestan por una variedad de aplicaciones en potencia.

Desde su nacimiento, las BCI tuvieron como destino natural la asistencia a personas con discapacidades motoras o daños neurológicos, permitiéndoles comunicarse por medio de computadoras, como el caso de la empresa austriaca Guger Technologies. En 2010 ya se mostraba una aplicación que permitía tuitear con el pensamiento. Otros, como el equipo internacional liderado por el brasileño Miguel Nicolelis, junto al departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Duke (EE.UU.), el Instituto Internacional de Neurociencias Edmond y Lily (Brasil), el Centro de Neuroprótesis de la Escuela Politécnica de Lausanne (Suiza) experimentaron en monos, los dispositivos que permitirían la rehabilitación motora de pacientes con discapacidad.

Sólo las aplicaciones en salud serían un buen mercado considerando que, según estudios del Banco Mundial, existen al menos 50 millones de personas con algún tipo de discapacidad en América Latina, Sudamérica y el Caribe. Es decir, casi un 10% de la población en dicha región. De hecho, sólo en Argentina se tendría más de 4 millones de clientes potenciales. El país sudamericano está por arriba de esa media regional debido a que tiene uno de los índices más altos del mundo en accidentes de tránsito.

Pero Manson y los suyos también van por aplicaciones más mundanas, como el ámbito del marketing, tanto en la generación de experiencia de marca a través de interacciones, como en investigaciones de mercado conociendo al detalle las reacciones del consumidor, o el inmenso mundo de los videojuegos.

“Hay una tendencia marcada a que las personas prefieran interfaces de usuario naturales (NUI), que tienen que ver con comunicarse de una forma más intuitiva y amigable con los medios digitales”, analiza Manson con mucha fe en el potencial de las tecnologías BCI.

No obstante, también tendrán de su parte una caída de los costos de este tipo de dispositivos. Firmas como Neurosky y Emotiv ofrecen al mercado terminales a bajo coste -desde 150 dólares-. Además, permiten el libre desarrollo de aplicaciones sobre su plataforma y son compatibles con dispositivosopen hardware como Arduino contribuyendo a la reducción de los importes y la multiplicación destartups neurotecnológicas. Como ejemplo, la empresa argentina En Orbitas o la chilena Neurocontrol ya aplican las BCI en domótica y en videojuegos, respectivamente. No sólo darán competencia a Manson y los suyos, sino sobre todo impulsarán la madurez del mercado latino.?

Fuente> http://www.opinno.com/es/la-neurotecnologia-despierta-en-america-latina4979/ por Juan Dalmasso

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